Blogia
terraepovo

LA PASIÓN TURCA DE ZP

LA PASIÓN TURCA DE ZP

Foto do primeiro ministro turco Erdogan na sua recente visita à Mesquita de Granada, acompañado polo converso muladí Abdulhasib Castiñeira (có fez na testa). 

 Nuestro presidente del Gobierno ha firmado una carta junto a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, en la edición internacional del Herald Tribune. Zapatero y Erdogan, que proponen la "alianza de civilizaciones", condenan la publicación de caricaturas de Mahoma, pero, sorprendentemente, no condenan las salvajes reacciones de los "exaltados" en los países árabes. Así, al señalar un mal y omitir el otro, esa carta turca lanza un mensaje inequívoco: en esta crisis sólo hay un culpable y ese es "Occidente". Mentirá quien diga que no esperaba una cosa así de ZP. Pero en este episodio hay algo realmente intrigante, algo que suscita preguntas neblinosas: ¿por qué esta carta ahora? Y sobre todo, ¿por qué con Turquía? ¿Por qué el presidente de España se lanza a la palestra internacional junto al mandatario turco y no al lado de sus homólogos alemán, francés, italiano…? ¿Qué nos está queriendo decir ZP?

A mi amigo Horacio Cagni, que como argentino ve las cosas desde otros hemisferios, debemos la imagen reveladora de la conexión hispano-turca. La geografía, la historia y la política hablan con la misma voz. Turquía y España fueron enemigos irreconciliables durante siglos, pero nuestras respectivas trayectorias guardan cierto parentesco. Por Turquía y por España, los dos extremos geográficos del viejo mundo, comenzó la decadencia política europea: el Imperio Otomano era el "enfermo de Europa" desde mediados del XIX, la enfermedad de España se hizo patente en 1898. Pero es que, además, España y Turquía son, geográficamente, los dos cuernos de la media luna islámica tradicional. Es cierto que hoy el centro de gravedad del Islam se ha desplazado hacia oriente, pero nuestras dos penínsulas, anatólica e ibérica, no dejan de ser las vías naturales de la expansión musulmana hacia Europa.

Hace algunos años, unos eruditos franceses publicaron un Atlas Geopolítico que enseñaba a ver el mundo desde perspectivas distintas al eurocentrismo habitual. Situemos el centro de la visión en cualquier punto entre Rabat y Damasco y veremos cómo el mapa se convierte en una tenaza. España es una de sus mandíbulas; Turquía, la otra. Turquía es un país musulmán muy influido por el fundamentalismo y a un paso de ingresar en la Unión Europea. España ya es miembro de la UE y no es un país musulmán, pero, tras el desvanecimiento del precario eje franco-alemán al que Zapatero quería sumarse, nos hemos convertido en el principal valedor de Marruecos, en el principal apoyo de Hamas en Palestina y en el único interlocutor de Irán en nombre de la "alianza de civilizaciones". En la Gran Política no existe la casualidad.

Una cierta izquierda española siempre ha reivindicado a Don Julián, el visigodo traidor que entregó España a los moros. Juan Goytisolo cantó su traición como una hazaña progresista. Ahora el cantor vive en Marrakech. No tardará Goytisolo en cantar la belleza de la Puerta Turca de ZP.

J.J.Esparza

0 comentarios