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CULTURA, HISTÓRIA E PENSAMENTO

Antoloxía poética de RODRIGO EMÍLIO

Antoloxía poética de RODRIGO EMÍLIO

A editora Areias do Tempo homenageia o Rodrigo Emílio com esta ediçom da Antologia Poética que inclui colaborações de António Manuel Couto Viana com uma brilhante Carta-Prefácio e a extraordinária Introdução de Bruno Oliveira Santos.
São 294 páginas de cultura lusíada polo preço de 10€!
Os pedidos devem ser feitos para: areiasdotempo@gmail.com
 

Elementos da Alma Galega

Elementos da Alma Galega

Reproducimos este breve artigo, extraído do blogue amigo  http://www.losmaceros.blogspot.com/

 La historia de de Galicia no comienza hasta los días ásperos de la Reconquista. Antes de esta data todo son preparaciones, hechos geográficos, raciales o administrativos, que en manera alguna crean concepto de grupo nacional.

El primer factor es, si duda alguna, e geográfico. Desde el Duero hasta el Cantábrico, y en un cuadrilátero cuyos otros dos lados son la costa atlántica y una línea recta que arrancara desde la desembocadura del Eo hasta llegar a las márgenes del Duero, hay un territorio de características uniformes, con flora, fauna y relieve sensiblemente iguales. Tierras de perenne verdor en contraste con las castellanas y portuguesas limítrofes, llenas de una blandura de paisaje opuesta tanto a la fiera montañería asturico-leonesa como a las estepas llanas de la planicie y de la cuenca del Tajo.

Estas tierras estuvieron habitadas desde tiempos antiguos por gentes celtas que, tuvieran o no la condición d aborígenes, lograron amoldarse al terrero y hacerse un factor fundido con el paisaje. No hay que exagerar la importancia del elemento celta hasta confundo con el alma misma de Galicia, cual a lo largo del siglo pasado fue moda y lugar común entre escritores. Antolín Faraldo identificaba Irlanda y Galicia bajo este adjetivo racial, Florentino Vaamonde hace en Os calaicos sea un bardo céltico quien entone las glorias patrias y Murguía atribuía a residuos de colegios druídicos la fundación de los estudios compostelanos, como herencia de la tesis celta de identificar ciencia con religión. Y en nuestros siglo, Ramón Cabanillas define a Galicia como “terriña celta”, Lisardo Barrero entona su rítmico: “Eu son da terra celta das nevaos e dos fumes”, y Jaime Quintanilla aspira a dar catalogación etnológica al nombre gallego diciendo es el único europeo entre todos los de la península.

Entre los factores que contribuyeron a alumbrar Galicia es el celta el más importante, pero en modo alguno el más decisivo y excluyente. Pervive en los usos y costumbres del pueblo una clara serie de concomitancias que es dado explicar utilizando la herencia celta; pero todas es secuelas no bastan para entender su peculiaridad. La peculiaridad gallega es histórica y no meramente racial, por mucho que la raza haya aportado al logro de aquella diversidad a lo largo de los tiempos.

Esas pervivencias son de muy varia condición. En primer término, las observaciones hechas en los capítulos siguientes denotan la continuidad de una concepción religiosa, casi pseudos- mística, de la naturaleza, que va desde los poetas de los cancioneros, bruscos de rudeza medieval, hasta las exquisiteces delicadas de una Rosalía.

Después, la toponimia celta grita a voces la lejana ascendencia hasta en los más inesperados nombres de lugares. Y en la masa informe de las leyendas populares, aun sin aceptar el extremado criticismo e Manuel Losa, que ve en la historia jacobea repeticiones de viejas narraciones célticas, verdad es que los gallegos ponen seres alados con papel de genios protectores habitado alcázares ocultos por las móviles aguas de los ríos, encantados y encantadores en sus cámaras mágicas de palacios fabricados con rocas cristalinas. Un cuento de esta especie recogió el P. Sarmiento sobre el río Barbanza, y otro sobre el pozo de Bradomil, y la paciente búsqueda de Murguía puso de relieve cuánto hay aún de vieja mitología ancestral en el culto campesino a las aguas, al fuego, a los astros, a la naturaleza inanimada, a los seres sobrenaturales que habitan en los lares, a las hadas de la tierra, a las doncellas de los arroyos, a los fantasmas y “canouros” de los bosques, a los “mouros”, “ouvas” y nigromantes huéspedes de antros y cavernas, amén de las “meigas” o brujas y de los “vindouros” o adivinos. Hasta de los ritos del culto druida restan nombres y detalles, cual la veneración el muérdago, basada en la creencia de que si se cubre un helecho con una servilleta blanca en la noche mágica de San Juan, al día siguiente está llena de gnomos, e incluso del valor medicinal de esos ritos, como la opinión de que para curar las hernias a los niños es suficiente hacerles pasar a través del corte hecho en el tronco de un árbol sagrado, tal como por ejemplo el roble.

 

Mircea Eliade, a súa obra mais descoñecida

Mircea Eliade, a súa obra mais descoñecida

 Mircea Eliade nasceu o 9 de marzo de 1907 en Bucarest. Estudou filosofía e licenciou-se cunha tese doutoral sobre a filosofía do Renascimento en Italia. Posteriormente viaxará até a lendária India, estudando lá as súas tradicións, historia e pensamento. Nos anos 30 será profesor en Bucarest e no 1940 o governo romeno envia-lle como agregado cultural, primeiro  até Londres e logo para Lisboa. Tras a 2ª G.M.  ficará en París , onde dará aulas até 1957 e logo viaxará cara os EE.UU. , a Chicago, onde é nomeado catedrático da Historia das Relixións. Ficará en Chicago até a súa morte no 22 de Abril de 1986.

Sen dúvida algunha, é o maior historiador das relixións, mais na súa biografía destaca un feito silenciado pola historia oficial: nos anos 30 estivo fortemente vencellado à Guarda de Ferro romena.

Para descobrer a este Eliade, encomendade o libro ao seguinte enderezo: enrpedidos@yahoo.es  ou ben visitade  www.edicionesnuevarepublica.com

  

El Paganismo: un ecumenismo "avant la lettre". Por Juan Pablo Vitali

El Paganismo: un ecumenismo "avant la lettre". Por Juan Pablo Vitali
JUAN PABLO VITALI

“Los dioses no están muertos: sólo está muerta nuestra percepción de los dioses. No se han ido: nosotros hemos dejado de verlos […]. Pero continúan estando aquí y viviendo como siempre han vivido, en la misma perfección y en la misma serenidad.”

Fernando Pessoa, El retorno de los dioses
(Citado por Alain De Benoist en ¿Cómo se puede ser pagano?)
 
No puede desconocerse la influencia de los antiguos cultos paganos en desarrollo del cristianismo europeo. Mucho se ha escrito sobre el tema y no me corresponde a mí, como profano, dar cátedra sobre materia tan complicada y extensa. Sin embargo, quiero aportar alguna reflexión, y un humilde e insuficiente enfoque.
 
Constancia y paciencia han tenido los sacerdotes católicos en la prédica de la cristiana fe en todo el mundo, pero aunque el catolicismo predique el amor, como éste no existe en estado puro, ha ido siempre acompañado de la espada. Una religión nunca está desvinculada de la realidad política terrenal de los pueblos que la profesan.
 
Se sabe que los romanos no imponían su religión a los pueblos conquistados, y que aún exigiendo el respeto por el culto propio y por el Emperador como pontífice máximo, permitían el libre ejercicio de la religión del lugar. Esto no es así en las religiones monoteístas. Al tener necesitar éstas establecer un único dios para todo el mundo, les sobran los demás dioses.
 
Nadie puede negar que la cultura europea le otorgó un sesgo particular a las más altas cumbres del catolicismo, y que esto tuvo varias interpretaciones y tendencias a través de la historia. Sólo basta recordar las discordias entre güelfos y gibelinos.
 
Los durísimos enfrentamientos para imponerse sobre el paganismo no impidieron que el cristianismo europeo se viera influido por los paganos en sus ritos, en su forma de ser. A veces pasa que lo que no se gana en la guerra, se gana después en la paz.
 
Esta introducción es una excusa para llegar al meollo de la inquietud, que es el siguiente: ¿Por qué personas que profesan una religión como la católica, hoy en día tolerante con casi todo el mundo, se rasgan las vestiduras si alguien evoca un eventual retorno de los dioses paganos? ¿Por qué tanto asombro cuando, ante la despiadada destrucción de la cultura europea, algunos europeos tienen el atávico reflejo de volver a sus orígenes más remotos?
 
Los clérigos que predican la estirpe judaica de Jesús, que predican la hermandad con el Islam, que rescatan los cultos animistas de las tribus más remotas, se rasgan sin embargo las vestiduras cuando se invoca el nombre de Odín.
 
¿O es que el cristianismo europeo tiene menos posibilidades de dialogar con Zeus que con un tótem? ¿O es que el culto que profesaba Aristóteles, tiene menos que ver con los cristianos europeos que el sincretismo admitido y promovido en la América Andina? ¿Tan extraño es que hablando un dialecto del latín, pueda uno preguntarse por los dioses de la antigua Roma?
 
Sería estúpido negar milenios de cristianismo, el medioevo y el gótico, como sería estúpido negar el Renacimiento. Igual de estúpido es ejercer una persecución religiosa contra los pocos hombres que quedan para defender la identidad del gran Occidente europeo en todas sus manifestaciones, entre las cuales el paganismo es una de las más importantes.
 
Detrás de todo esto hay algo que nada tiene de religioso, y es la adhesión incondicional al actual sentido del mundo, y que la cosmovisión y la forma de ser de las antiguas religiones paganas, puede resultar incompatible con ese sentido del mundo, como lo fue sin duda en alguna medida el catolicismo medieval, como un cristianismo florecido en Europa y que acaso para siempre ha sido desplazado por otro cristianismo, sincrético, adaptado a los tiempos, modernista.
 
Lo que hace que se pueda volver a hablar de paganismo no es ni una Iglesia, ni unos sacerdotes, ni un grupo de rock. Es la profunda angustia de algunos europeos que, ante la nada que tienen en frente, buscan, acaso desesperadamente, la esencia de Europa en los antiguos dioses vencidos. Vencidos, pero no muertos, porque sólo la carne muere para siempre.

Romanticismo y Tradición

Romanticismo y Tradición

Excelente blogue, dunha pulcritude e conteúdos excepcionais encol de literatura, espiritualidade, filosofía, arte e música, fundamentalmente. Os nosos parabens en xeral, mais en particular polos apartados adicados à escenografía wagnerián .

Unha obrigada visita ao blogue salmantino de ROMANTICISMO Y TRADICIÓN  http://romanticismoytradicion.blogspot.com/  para todos aqueles leitores asíduos do noso blogue  TERRA E POVO,  

Ortigueira acolle a estudosos do mundo céltico durante os días 5 e 6 de Agosto

Ortigueira acolle a estudosos do mundo céltico durante os días 5 e 6 de Agosto

Recollemos esta noticia de interese sobre o congreso do mundo céltico organizado polo Instituto de Estudios Celtas http://web.estudiosceltas.es/ e mais o concello de Ortigueira.

A lo largo de los dos próximos días, y de la mano del profesor Ramón Sainero, Ortigueira acogerá la tercera edición del Congreso Transfronterizo de Estudios Celtas, en el que se darán cita expertos llegados desde ambas orillas del Atlántico para abordar cuestiones que abarcan desde la literatura de Lord Dunsany -que tanto inspiró, por cierto, a Cunqueiro- como el legado de la prehistoria gallega o la pervivencia de los mitos artúricos. En el salón de actos del Museo de Ortigueira, de la mano del Concello ortegano, que preside Rafael Girón, y con la colaboración tanto del Instituto de Estudios Celtas como de la UNED, universidad de la que es catedrático Sainero, el encuentro contará con la presencia de ponentes como Iona Ionita, que hablará sobre La dama del lago en la tradición del Occidente Atlántico, o como la profesora de la universidad brasileña Adriana Zierer, que abordará el proceso de cristianización del mito del Grial a través de las fuentes medievales.

«Espero que este encuentro -apuntaba ayer el propio Sainero- sirva no solo para profundizar en los estudios celtas, sino también para tender nuevos puentes, a través de la cultura, entre España, Portugal y los pueblos que más allá del Atlántico conservan su herencia a través de instituciones como la Asociación de Profesores Universitarios de Estudios Célticos de Brasil». En la jornada de mañana, cuya conferencia inaugural pronunciará el propio Ramón Sainero (que hablará sobre Pasado y presente de la leyenda de Mil en España ), entre los ponentes se encontrarán expertos como Juan Luis García Alonso, de la Universidad de Salamanca, que hablará sobre las Huellas célticas en los testimonios lingüísticos prerromanos del oeste peninsular ; Francisco Rodríguez Mesa, de la Universidad de Córdoba, cuya ponencia llevará por título La mitología celta en Tristán e Iseo , e Ignacio Velázquez, de la UNED, que hablará sobre Jean Cocteau y Merlín: los caballeros de la Mesa Redonda . También intervendrán mañana expertos como Fernando Alonso Romero, de la Universidade de Santiago, que hablará sobre La viga de oro: origen y significado en el folclore gallego , o como la escritora y periodista Victoria Díaz Castiñeira, que disertará sobre los Estudios históricos y etnológicos de la leyenda de la Atlántica de Bares . Narciso Luaces, director del Museo Etnográfico de Meixido, hablará sobre la evolución y el origen de la casa rural gallega, y el investigador luso Jaime Ferrari sobre las creencias que en Ponte da Barca (Portugal) evocan ánimas y Cuaresma.

Entre los ponentes de la jornada del viernes se encontrarán Alberto Vera Meizoso, que hablará sobre Las primeras embarcaciones de mimbre cubiertas con piel de buey ; Rafael López Loureiro, que tratará de Las luminarias de la Candeloria , y el portugués Maia Marques, cuya conferencia versará sobre las poblaciones prerromanas del noroeste peninsular.

Bern Dietz y David Jones

También será el viernes cuando Bern Dietz aborde el tema David Jones y la actualización de lo céltico ; Marcial Tenreiro Bermúdez hablará sobre Sacrificio, fundación y delimitación: etnoarqueología de un ritual en la Hispania céltica , y Felipe Senén tratará sobre la Arqueología y mitología del oro céltico. Finalmente, Carlos Núñez disertará sobre simbología celta y sociedad de consumo.

Fonte: LA VOZ DE GALICIA

O BARÓN UNGERN-STERNBERG

O BARÓN UNGERN-STERNBERG

 

Coñecimos da existencia e da vida do indómito Barón Ungern-Sternberg polo amigo Alexandr Duguin, lá pola primaveira do ano 1991, e despois polo seu libro "Rusia: El Misterio de Eurasia". Tempo despois soubemos que a figura deste incrível home, foi de interese tanto para pensadores como Vicente Risco (citando-o no seu libro "La Historia de Oriente contada con sencillez"), como para Jean Mabire (a quen adicou-lle unha biografía) e tamén para Julius Evola, reproducindo agora no noso blogue o artigo sobre o barón ruso-báltico. 

 

El libro de Ferdinand Ossendowski, "Bêtes, Hommes et Dieux", cuya traducción italiana acaba de ser reeditada, conoció una amplia difusión cuando apareció en 1924. Quienes han leído esta obra han sido generalmente sensibles al relato de las peripecias del agitado viaje que realizó Ossendowski en 1921-1922, a través del Asia central, para huir de los bolcheviques, pero también a lo que refiere acerca de un personaje de excepción que encontró, el barón Ungern-Sternberg, sin olvidar lo que le fue dicho a propósito del "Rey del Mundo". Deseamos volver aquí sobre estos últimos puntos.

En Asia, una especie de mito se habría creado alrededor de Ungern-Sternberg, hasta el punto de que habría sido adorado en ciertos templos de Mongolia como una manifestación del dios de la guerra. Existe además una biografía novelada de Ungern, aparecida en alemán con el título "Ich befehle" ("Yo ordeno") (1), mientras que interesantes datos sobre su personalidad, suministrados por el jefe de la artillería de la División de Ungern han sido publicados en la revista francesa Études Traditionnelles. Nosotros mismos tuvimos ocasión de oir hablar directamente de Sternberg por su hermano, que debía ser víctima de un destino trágico: habiendo escapado a los bolcheviques y regresado a Europa a través de Asia tras toda clase de vicisitudes increíbles, él y su mujer fueron asesinados por un portero preso de la locura cuando Viena fue ocupada en 1945.

Ungern-Sternberg pertenecía a una vieja familia báltica de origen vikingo. Oficial ruso, mandaba en Asia, en el momento en el que estalló la revolución bolchevique, numerosos regimientos de caballería, que poco a poco acabaron convirtiéndose en un verdadero ejército. Ungern decidió combatir con éste la subversión roja hasta las últimas posibilidades. Operaba a partir del Tíbet; y fue él quien liberó al Tíbet de los chinos, quienes en la época habían ocupado una parte de su territorio. Mantuvo además estrechas relaciones con el Dalai-Lama, tras haberlo liberado.

Las cosas tomaron tal magnitud que acabaron por preocupar seriamente a los bolcheviques, que, regularmente derrotados, fueron obligados a organizar una campaña de gran envergadura, bajo el mando del "Napoleón rojo", el general Blücher. Después de algunos altibajos, Ungern fue vencido, favoreciendo esto la traición de algunos regimientos checoslovacos. Existen numerosas versiones contradictorias de la muerte de Ungern, pero nada preciso se sabe. Sea como sea, se pretende que tuvo un exacto conocimiento anticipado de su propia muerte, así como de ciertas circunstancias particulares: por ejemplo, habría adivinado que sería herido en el asalto a Urga.

Dos aspectos de Sternberg nos interesan aquí. El primero concierne a su personalidad, que presenta una mezcla de rasgos singulares. Hombre de un prestigio excepcional y de un coraje sin límites, era también de una crueldad despiadada, inexorable hacia los bolcheviques, sus mortales enemigos. De ahí el sobrenombre que le fue impuesto: el "barón sanguinario".

Es posible que una gran pasión hubiera "quemado" en él todo elemento humano, no dejando subsistir en su persona más que una fuerza indiferente a la vida y a la muerte. Al mismo tiempo, encontramos en Ungern rasgos casi místicos. Antes incluso de ir a Asia profesaba el Budismo (el cual no se reduce a una doctrina moral humanitaria), y las relaciones que mantuvo con los representantes de la tradición tibetana no se limitaban al dominio exterior, político y militar, en el marco de los acontecimientos mencionados anteriormente. Ungern poseía ciertas facultades supranormales: algunos testigos han hablado de una especie de clarividencia que le permitiría leer en el alma del otro, según una percepción tan exacta como la relativas a las cosas físicas.

El segundo punto concierne al ideal defendido por Ungern. El combate contra el bolchevismo habría sido la señal de una acción más vasta. Según Ungern, el bolchevismo no era un fenómeno autónomo, sino la última e inevitable consecuencia de procesos involutivos que se han verificado desde hace tiempo en el seno de la civilización occidental. Como antaño Metternich, percibía justamente una continuidad entre las diferentes fases y formas de la subversión mundial, a partir de la Revolución francesa. Ahora bien, según Ungern igualmente, la reacción debería partir de oriente, de un oriente fiel a sus tradiciones espirituales y unido, frente al peligro amenazador, con todos aquellos que hubieran sido capaces de una rebelión contra el mundo moderno. La primera tarea habría consistido en eliminar al bolchevismo y liberar Rusia.

Es interesante, por otra parte, saber que, según numerosas fuentes en cierta medida dignas de fe, Ungern, convertido en el liberador y protector del Tíbet, habría mantenido entonces, en vistas a este plan, algunos contactos secretos con los representantes de las principales fuerzas tradicionales, no solamente de la India, sino del Japón y del Islam. Se trataba de realizar poco a poco la solidaridad defensiva y ofensiva de un mundo todavía no herido de muerte por el materialismo y la subversión.

Enfoquemos ahora el segundo problema, el del "Rey del Mundo". Ossendowski afirmó que los lamas y los jefes del Asia central tuvieron ocasión de hablarle de la existencia de un misterioso centro inspirador denominado Agarttha, residencia del "Rey del Mundo". Tal centro sería subterráneo y podría comunicarse, por medio de "canales" situados bajo los continentes y los océanos, con todas las regiones de la Tierra. En la forma en que Ossendowski habla de ello, estas informaciones presentan un carácter demasiado imaginativo. Es preciso reconocer el mérito de René Guénon por haber puesto de relieve, en su libro Le Roi du Monde, el verdadero contenido de estos relatos, no sin señalar este significativo detalle: se trata del mismo centro misterioso en la obra póstuma de Saint-Yves d’Alveydre titulada La mission des Indes, aparecida en 1910, y esta obra no era conocida por Ossendowski.

Lo que es necesario comprender es que la idea de un centro subterráneo (difícil de concebir, aunque no sea sino a causa del alojamiento y del aprovisionamiento, desde el momento en que no está habitado por puros espíritus) debe ser más bien traducida por la idea de un "centro invisible". En cuanto al "Rey del Mundo" que allí residiría, esto nos reenvía a la concepción general de un gobierno o de un control invisible de mundo o de la historia; la fantástica referencia a los "canales subteráneos" que permiten a este centro comunicarse con numerosos países debe ser igualmente desmaterializada: de hecho, se trata de las influencias, ejercidas, por así decir, "entre bastidores", por este centro.

Sin embargo, incluso si todo ello se entiende en esa forma más concreta, no dejan de aparecer graves problemas, por poco que uno se atenga a los hechos. Es cierto que el espectáculo ofrecido de forma más o menos precisa por nuestro planeta apenas nos indica la idea de la existencia de este "Rey del Mundo" y de sus influencias, admitiendo que éstas deberían ser positivas y rectificativas.

Los lamas habrían dicho a Ossendowski: "El Rey del Mundo aparecerá ante los hombres cuando haya llegado el momento de guiar a todos los buenos en la guerra contra los malos. Pero este tiempo aún no ha venido". Se trata aquí de la adaptación de un tema tradicional que también fue conocido en occidente hasta la Edad Media.

Lo que es verdaderamente interesante es que este orden de ideas haya sido presentado a Ossendowski en el Tíbet, por los lamas y los jefes de estas regiones, como derivando de una enseñanza esotérica. Y la manera más bien grosera en la cual Ossendowski refiere lo que le fue dicho, insertándolo en el relato de sus peregrinaciones, permite precisamente pensar que no se trata, por su parte, de una quimera personal.

Roma, 9 de Febrero de 1973

(1) Edición original: Berndt Krauthof, Ich befehle, Tauchnitz Verlag, Brême, 1938; 2(a) ed.: Leipzig, 1942.

LA SENDA DEL HONOR, Antonio Medrano

LA SENDA DEL HONOR, Antonio Medrano

En el año2002, este libro ha salido al “mercado” y lamentablemente no ha tenido gran difusión, quizás debido a que la temática no es demasiado atrayente para el público. Desde luego que no es para todos los públicos, pero sí para mujeres u hombres en búsqueda de una vida alejada de lo zafio, de lo vulgar. Efectivamente, el tema es muy conciso y a lo mejor poco atractivo para los tiempos de crisis anímico-espiritual actuales, pero sin duda alguna recomendamos la lectura de este tratado sobre el honor, pues el honor tal y como lo concibe la Tradición Perenne y que expone con gran rigor el autor apoyado siempre en los grandes pensadores europeos, es la gran base de nuestra existencia cotidiana y por consiguiente de todos nuestros ideales.

 Sin honor no somos personas. A algunos puede que les parezca esto del honor, como tema propio de una obra de nuestro Siglo de Oro, de un  Calderón o un Lope de Vega, cosas de hidalgos… O también propio de una película romántica de escoceses luchando por su honor, dignidad y libertad como Rob Roy o William Wallace … pero hay mucho más. A lo largo de estas 340 páginas  reaprenderemos y descubriremos algo importante que portamos en nuestro interior, de donde nos procede, como nos conduce y donde nos llevará. 

El honor en la cultura tradicional indoeuropea ha sido reconocido como consecuencia de la virtud, areté helena y virtus romana. Para nuestros antiguos todo el orden social descansa en el respeto y la honra que se prodigan los hombres entre sí. El honor es asimismo lo que mueve a la acción heroica y por eso los héroes reclaman el honor que les es debido. Dentro de la Acrópolis de Atenas, el Honor, Aidos, tenía su propio templo e igualmente los romanos que igualmente tenían en gran alta consideración al honor (dios Honos), levantaron templos consagrados junto a la Virtud, Honos et Virtus. Frente a la carencia del honor y de la virtud estaba la hibris, es decir, la desmesura, la deshonra, lo mezquino y mestizo, el mal.  Los antiguos romanos debían haber pasado previamente por el santuario de Virtus antes de entrar en el de Honos, lo cual como apunta el autor, es altamente significativo. Dentro de la Canción del Señor -Bhagavad-Gita- el encendido primer canto entre el guerrero Arjuna y el dios Krishna  es una exaltación del honor y del deber, tal como se nos muestra en el primer capítulo de este libro y del cual ya tuvimos un adelanto-primicia en el antepenúltimo número de Terra Nostra.   

Qué es el Honor; el Honor como tesoro y riqueza interior; Dios como origen y fin del honor; la palabra de honor… son los amplios senderos que recorreremos a través del libro, con el particular estilo de Antonio Medrano, explicando y detallando siempre con afán didáctico en los puntos precisos. Es algo que le interesa particularmente al autor, que el lector extraiga el mayor provecho para su beneficio interior y por consiguiente, también exterior.  

La importancia de la palabra dada en el Mitraísmo como valor sagrado, podría ser un más que interesante ejemplo de la poca relevancia que en nuestra sociedad actual tiene ese apretón de manos y la palabra para sellar fielmente un pacto, todo ello consecuencia de la falta de seriedad, fidelidad en la que habitamos y frente a todo esto la imperiosa necesidad de valor y de coraje para cumplir con nuestro deber, pues como dice el autor, “sin valor no es posible ser fiel con aquellas personas, instituciones y realidades a las que debemos lealtad. Sin valor no podremos defender la verdad y la virtud, reconocer nuestros defectos y lanzarnos a la conquista de las virtudes que carecemos”    

 Son destacables las analogías etimológicas de muchas palabras de nuestro lenguaje, con sus raíces latinas y sus correspondencias con otros idiomas, como por ejemplo el sánscrito, alemán, inglés, portugués, italiano… denotando la vastísima cultura y la amplitud de visión humanística del autor de este libro y colaborador de nuestra asociación. 

Algo propiamente característico de los autores llamados “tradicionales” es que son precisos y reiterativos para que la enseñanza se asuma, asimile e interiorice. Pues bien, Antonio Medrano insiste,  reitera y  repite a lo largo de estas páginas -cual letanía-  las claves de la enseñanza que nos llevan a la puerta del templo interno, de nuestro Ser. 

Las referencias y explicaciones de símbolos tradicionales son constantes, siendo de destacar la explicación detallada de nuestra cruz de Santiago o de la flor-estrella que es enseña de nuestra asociación, el edelweiss. Aprovecharemos la ocasión para dar a conocer a los lectores de nuestra publicación lo que el autor nos dice al respecto: “El honor es flor que crece en lo alto de la Montaña del Ser y del Sol. Florece en las altas cumbres, cual majestuosa, sencilla y radiante edelweiss. Esta bella flor alpina, de color blanco y con hojas en forma de estrella, en la que se sintetiza el misterio, la belleza y la grandeza de la montaña, viene a ser un excelente emblema del honor. Con  su noble blancura (eso es lo que significa su nombre: edel, <> y weiss, <>) en la cual parece cuajarse el esplendor de las cimas nevadas, nos habla de la pureza y elevación de la vida honrosa. Al igual que la edelweiss, el honor crece y vive en una atmósfera en la que se respira un aire puro, fresco, blanco y radiante, como de alta montaña, lejos de las miserias mundanas. En él se condensa el aroma serícico y sátvico de la cordillera del ser, sobre cuyos picos cubiertos de nieve reverbera la luz del sol espiritual (la nieve, como símbolo de salva, por su color blanco, evoca las ideas de verdad, inocencia y pureza). Y ese aroma de altas cumbres es lo que el honor derrama sobre el valle de nuestro devenir terreno infundiéndole un olor y regusto de eternidad…La conquista de esa inmarcesible y luminosa flor está reservada a los buenos montañeros, a los audaces y tenaces escaladores del ser. Cuanto más alto subamos en la Montaña del Ser, más probabilidades tendremos de alcanzar esa flor inmarcesible, más podremos gozar de ella, más podremos llenarnos de su belleza y su fragancia. Al ascender por dicha montaña nosotros mismos nos convertimos en cumbre donde brota la flor nívea y solar. Llegaremos así a ser “hombre-cumbre” o “mujer-cumbre”, o al menos nos iremos aproximando a meta tan sublime”. A todo esto podríamos añadir que “el honor es equiparado simbólicamente al fuego, a una llama u hoguera, a una antorcha, al oro, al diamante, a una joya o piedra preciosa, a una coraza dorada o incluso al Sol… (el honor está) asociado a objetos y seres de claro simbolismo solar como la espada, la oriflama, el águila, la rosa, la edelweiss, el crisantemo o la flor de loto”.

Lo esencial de la enseñanza que nos ofrece este libro, es que el honor como algo propio de un “aristoi”, debe ser el eje de nuestra existencia cotidiana y trascendiendo todo esto, la visión correcta nos llevará a la acción justa que debe  ser sinónimo del ideal de Verdad, Belleza y Bien.

Federico Traspedra

“Al Rey la hacienda y la vida

Se ha de dar: pero el honor

Es patrimonio del alma

Y el alma sólo es de Dios”.

Calderón de la Barca

 

“El amor es dichoso por siempre,

un combate tan lleno de felicidad,

que sin su enseñanza

no hay virtud ni honor”

Walter von der Vogelweide

 

 

 

 

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